Parece que el ayuntamiento de la ciudad no se rinde en su empeño de conseguir la bandera azul para Alcaravaneras este verano. Primero fue el cambio de barandilla hace unos meses; ahora la creación de una rampa para personas de movilidad reducida y el anuncio de adecentar el viejo balneario y cambiar la “señalética”. En cuanto a la calidad del agua, punto clave en este asunto, el concejal de Playas ha declarado que los continuos análisis “dan resultados bastante positivos”. El uno de junio la Fundación Europea de Educación Ambiental emitirá su veredicto, que esperemos sea favorable.
No obstante, yo creo que otras actuaciones en la playa de Alcaravaneras y su entorno serían convenientes. Ya que puede resultar utópico pedir que los portacontenedores que atracan enfrente sean sustituidos por lujosos cruceros y transatlánticos, al menos podría evitarse que los veleros trotamundos fondeen delante. Los nuevos baretos de aire marinero y moderno que están floreciendo en el muelle deportivo podrían tener continuidad por los locales de Alcaravaneras hasta el Club Náutico y de paso abrir la verja vergonzosa que separa playa y muelle deportivo. Pensar en que barrio y playa vuelvan a unirse soterrando la avenida marítima es soñar despierto; pero por qué no soñar, es bonito y gratis.
En fin, estas y otras actuaciones cabría proponer en beneficio de una gran playa urbana como Alcaravaneras, hermana menor de Las Canteras pero con iguales derechos.
¡Ánimo! ¡A por la bandera azul!
Luis del Río García.
En Alcaravaneras, a 23 de marzo de 2008