Relatos premiados en el concurso literario 2007 de relatos “Binter Canarias-miplayadelascanteras.com” .

En la Navidad de 2007, la web www.miplayadelascanteras.com, en colaboración con Binter Canarias, organizó un concurso de relatos cortos cuyo tema principal era la playa de Las Canteras y el amor. El jurado del certamen literario, compuesto por las escritoras Mª del Pino Marrero Berbel y Teresa Iturriaga Osa, y José Luis Reina como representante de Binter Canarias, expresaron su agradecimiento a todos los escritores y escritoras que participaron en el concurso. Asimismo, quiso destacar el alto nivel de emotividad de los textos, reflejo de una relación amorosa entre la playa de Las Canteras y sus habitantes, pasajeros y peregrinos. El jurado decidió otorgar dos premios, que consistieron en cuatro pasajes de ida y vuelta a Marrakech con la compañía Binter Canarias.

PRIMER PREMIO: Silencio

Andrés R. Medina Betancor (Faycán Atlante)

Sólo sentía el silencio. Y a pesar de las olas, de la espuma que llegaba hasta mi alma, y la Nada absoluta que borboteaba en mis oídos mientras te buscaba en algún rincón de mi pecho, sólo encontraba silencio. En mis ojos ya había reboso mientras la marea tan sólo comenzaba a subir en la playa de Las Canteras; y aún te seguía buscando, aún te seguía sintiendo. El único rastro de ti lo hallaba en tus pisadas, que hoyaban la arena de mis recuerdos hasta perderse muy lejos de mi alma. Y el viento que antes balanceaba tu cabello me llegaba a duras penas como una leve brisa, con tu perfume escondido entre la sal. Pero por más que recordaba en nuestra playa tus caricias, tu amor y tu piel entre mis besos, no conseguía ponerte cara. Ni voz. Tan sólo encontraba silencio.

2º PREMIO: Palabras

Lidia Ramírez Mesa (Brújula)

Cuando te encontré, eras apenas un susurro que llegaba a cámara lenta a mi corazón. A fuerza de no querer verte escalé tus mejillas para que tus pestañas me peinaran y desenredaran dolores eternos. Me acomodé en tus pupilas y quise viajarte, océano nuevo, desconocido, hondo, azul. Te nadé a brasa sin quemarme, naufragué con las tormentas, luché contra los dientes afilados de mis tiburones y abrí mi alma para beberme tu transparencia. Ahora, una lágrima tuya se convertirá en espumosa catarata blanca y con su fuerza saldré de ti, recorriendo tu cuerpo, vibrando, dejándote mi leve aroma. Me devolverás a la playa de donde soy, a las Canteras, y miraré al cielo para verte partir, colibrí, sintiendo envidia de tus bellas alas, que te hacen libre para gozar, mientras yo nado mi viaje de vuelta con el sabor de tu néctar y tomo aire para respirar el aliento que pierdo al escribirte estas palabras de amor.

MENCIONES ESPECIALES

CONCURSO DE RELATOS CORTOS/ NAVIDAD 2007

“BINTER-MIPLAYADELASCANTERAS.COM”

El jurado decidió dar una mención especial a los seis mejores referentes de esa poética vital plasmada en los siguientes relatos, que también serán publicados en la revista de Binter Canarias:

• “El trance”, de IGT.

• “Si lo dijeses más alto”, de María Del Río (Diana).

• “Desde el andamio de Alejo”, de J. M. Bautista Ramos.

• “El final”, de Ce Castro.

• Magia, de Inmaculada Romero Franco

• “Simbiosis perfecta”, de Domingo Melián Galván.

El trance

IGT

La travesía hasta bordear La Isleta había sido violenta e inestable. Quizá la mar refulgía en consonancia con nuestros sentimientos, amordazados y golpeados por el destino. Aquella rudeza marítima duró el tiempo suficiente como para encoger los corazones y aumentar el grado de ansiedad. Tras el desasosiego imperante se abría ante nosotros la última página del relato más místico de nuestras vidas. A la vuelta de la esquina asomaba el perfil de la playa de Las Canteras y un trance crucial que afrontar. En la borda de aquella barcaza se instalaba una repentina quietud dominante. El abismo esmeralda esperaba quieto y expectante el momento de la ofrenda, donde unos pétalos amarillos harían las veces de obertura a una despedida. Los colores del lecho del amor eran intensos, la magia hacia una nueva dimensión se proyectaba en los presentes. Un paso que debía comenzar en aquel lugar, profundo como los sentimientos que nos embargaban.

Si lo dijeses más alto

María Del Río (Diana)

Si lo dijeses más alto, tal vez podría oírte, podría ayudarte… ¿por qué no quieres, amor?, ¿ya te has cansado de gritar? Dime, mi playa de Las Canteras, ¿qué puedo hacer por ti? Podría hablar con las gaviotas y con las pardelas cenicientas, ellas ven las cosas desde otra perspectiva. No llores, me destrozas el alma, ¡mírame! No estoy en tu orilla, ni tampoco sentada sobre La Barra para decírtelo, pero imira!: en mi corazón estás tan pura como el día en que te conocí. No estés triste, dama mía, eres la playa de mi vida, la playa de la vida.

Desde el andamio de Alejo

Juan Manuel Bautista Ramos

Los surcos de su rostro delatan las inclemencias del tiempo y el esfuerzo. Años en la construcción lanzando su mirada al horizonte en busca de destinos más lucrativos y menos sacrificados. Sus hijos merecían vivir mejor. Un día detuvo la mirada más cerca y vio que junto a la barra las gaviotas encontraban sin gran esfuerzo su alimento, revoloteando felices, que los niños jugaban con la arena, que los novios paseaban asidos de la mano sonrientes, que los bañistas disfrutaban del mar y de las olas. Prendada quedó su mirada de lo visto desde arriba. No deja Alejo ya de gozar con sus nietos del entorno de la playa. Su amor por ella desbarató sus sueños de huída, de escape a una vida mejor allende el mar. Encontró la felicidad, más cerca, en nuestra linda Playa de Las Canteras.

El final

Ce Castro

Las horas fueron distintas. Todo se estropeó. Las Palmas es una ciudad extraña y la playa de Las Canteras será a partir de ahora ese lugar donde el mar está, pero no lo veo. El ruido de las olas es, pero el sonido de mi rabia –sí de la mía, porque también tengo, aunque nunca la enseñe- es más fuerte. Y también es ese sitio en el que comenzamos nuestro viaje hacia ninguna parte. El amor se te ha ido para siempre. Por eso, en el aeropuerto escuché una canción y deseé que su protagonista llegase pronto y me llevase lejos de ti.

Magia

Inmaculada Romero Franco

El sonido de las olas golpeando en las rocas la transporta a la niñez. Ella nació a orillas de otro océano, en una patria que ya no tiene nombre, sólo en los libros de historia, en una casa junto a la playa que ya no existe. La niña que ella fue solía jugar en la arena y, al despertar cada mañana, abría las puertas de su habitación para volver a maravillarse con tanta belleza e inmensidad, siempre una fuente de aventuras y curiosidad. Esa casa ya no existe, como tampoco la niña que ella fue y, aunque este es otro mar, la conduce de nuevo a un mundo lleno de maravillas, amor y fantasía. En Las Canteras descubre esa magia original, la inocencia y esa sensación de sentirse conectada con el mar, las estrellas y toda la naturaleza. Navegando entre sus olas a la esencia de sí misma.

Simbiosis perfecta

Domingo Melián Galván

Un extraño envuelto entre cuatro glorias, que suenen las olas.

Ruido bendito que llega a mis oídos desde Las Canteras, y yo en una cabaña, amor.

Un extraño entre buenas gentes venidas del Norte, ancladas en Canarias.

No sé nada, pero sé que una piña deja de ser fruto cuando se vuelve familia, ¡la vuestra! Digno obelisco.

Que suenen las olas y despierten mis oídos.

Mar, montaña, playa, arena y viento unidos, simbiosis perfecta.

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