Todo lo que se realice para mejorar la playa de las Canteras y su entorno, es loable, siempre que se haga de forma racional y sin causar impacto medioambiental. Aquí se plantean tres cuestiones que conviene aclarar. En primer lugar está la naturaleza, el espacio natural, que se ha visto alterado por la acción humana. Así podemos constatar que la acumulación de arena en la orilla va cambiando el aspecto de Las Canteras y me supongo que afectará también a la biodiversidad existente, o sea, la flora de los fondos marinos y su fauna. Sabemos que antaño esa arena sobrante era trasladada por los alisios hacia las dunas que se formaban entre la playa, el barrio de las Alcaravaneras y la montaña de la Minilla. Hoy los edificios construidos en esa zona, en una época en la que no existía conciencia ecologista, y en la que era necesario buscar terreno para la expansión de la creciente ciudad, propició la eliminación de las dunas. La extracción periódica de arena de la playa solventa en cierta medida el problema.
Por otro lado, a nadie se la habrá pasado por la cabeza proponer alguna obra artificial en la llamada Barra de las Canteras porque eso sería un auténtico disparate, una aberración.. Pero se vislumbra un problema que pudiera cambiar la fisonomía de la playa, e incluso, poner en peligro la vida de los residentes en ese distrito y la seguridad de los edificios que se levantan en el frente marítimo, junto a la arena y a las rocas.. Me refiero a la anunciada subida del nivel del mar, debido al cambio climático, el deshielo de glaciares y de los polos que nos obligaría a tomar medidas ya. La subida se estima, en cuarenta o cincuenta años, entre 15 y 35 centímetros, y un avance del mar en 15 o 20 metros.
El ascenso de las aguas vendrá acompañado, según se anuncia, por frecuentes temporales y tormentas que generarán grandes olas que azotarán las costas y pondrán en peligro las viviendas próximas. Habría que darle cabida de nuevo aquí a la intervención humana que solucione, por un lado, la actual configuración de la avenida de Las Canteras llena de edificios horribles, que ofenden a la vista, a la armonía y a la estética, o que aparecen mal alineados, y con evidentes irregularidades en la misma avenida, y, por otro, la necesidad de reordenarla toda, para que el agua del mar puede adentrarse más en tierra evitando los peligros que he descrito. Para eso tendrían que derribarse muchos edificios, realizar expropiaciones, homogenizar el diseño de la avenida y conseguir una correcta alineación. Al respecto, sé que existen ya algunas propuestas para llevar a cabo la remodelación de la playa de Las Canteras. Alguna merece la pena contemplarla, estudiarle y tenerla en cuenta.
Y después de todo eso, poder seguir disfrutando de esta magnifica playa, una de las perlas de la capital de Las palmas de Gran Canaria,, y poner todo el empeño para convertirla en un lugar de descanso, de convivencia, cuidando con esmero su limpieza y su seguridad.
José M. Balbuena Castellano