Con la llegada del verano, las noticias de ambito general disminuyen. Es cuando la prensa toma interés en algunos asuntillos más caseros, noticias que el resto del año no tendría normalmente hueco en los medios.
Estos asuntos no es que sean poco importante, todo los contrario, solo que ahora salen a la luz publica a grandes titulares al faltar temas para –llenar-. Entre estas noticias podemos incluir el tema, muy preocupante por cierto y denunciado mil veces ¡¡, de la inseguridad ciudadana en las calles porteñas. En su día denunciamos que la colocación de las cámaras de vigilancia solo haría que los delincuentes y trapicheros se mudaran a zonas y calles no vigiladas y anteriormente tranquilas. Con el paso de los meses se ha podido comprobar que la “emigración” se ha efectuado. Ahora vecinos de calles anteriormente –limpias- han visto como sus calles se han convertidos en focos de trapicheo. Es muy triste ver la playa que tenemos y la degradación y fealdad de sus calles cercanas. La solución tanta veces dicha va por la rehabilitación global social y “paisajística” de todos los barrios desde La Isleta a Guanateme.
El nuevo consistorio, por la buena presión ejercida por los ecologistas de Ben Magec y otros grupos sociales, ha parado las obras que se estaban ejecutando en El Confital dentro del proyecto ya aprobado para su rehabilitación. Hasta aquí perfecto. Ahora mientras esperamos otro nuevo proyecto, otra nueva ilusión, no basta con recomendar que se trate con mesura a este espacio natural. Ahora es el momento de actuar, no esperar…., ahora es el momento de volver a prohibir el paso de los coches, salvo algunos casos excepcionales, al interior de El Confital. Ahora es el momento de prohibir que al caer la noche se pueda acceder libremente y hacer lo que – se quiera- dentro de El Confital, es el momento de volver a colocar la antigua vigilancia las 24 horas que controle y vigile los posibles excesos del «personal», para que cuando tengamos el nuevo proyecto ha ejecutar nos encontremos este maravilloso lugar en la mejores de la condiciones posibles. Otro verano viendo como El Confital se convierte en un aparcamiento de coches cada día de playa no lo podemos permitir.
Nos cuenta una señora que oyó decir al nuevo concejal de playas que va a permitir el paseo de los perros por el paseo de Las Canteras. La señora indignada cree que esto seria convertir al paseo en un urinario y cagadero como algunas de las calles cercanas. Creemos que el paseo no es el lugar adecuado, algunos podrán decir que mi perrito chico no hace nada, pero si empezamos a dejar los perros chicos, terminamos por los grandes, y aunque todos son -animalitos de dios- la permisividad solo traería inconvenientes en la convivencia diaria de perros y personas. Si contar con la suciedad dejada por los dueños que no se comportan como deben.
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