Según las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología, en las capitales canarias se registrarán temperaturas máximas de 28 y 27 grados, junto a la presencia de calima y cielos totalmente despejados.
El aumento del calor obliga a tomar medidas de prevención para evitar posibles efectos negativos para la salud, especialmente entre los colectivos más vulnerables como son las personas mayores, los niños y los enfermos. Son medidas que hay que tener en cuenta, sobre todo cuando las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología hablan de que hasta el viernes, en Canarias se mantendrán las altas temperaturas y la presencia de calima.
Según el Instituto Nacional de Meteorología el aumento calor se notará en todo el Archipiélago hasta la llegada del viernes, pero de manera especial, en las capitales canarias. La previsión meteorológica recoge máximas de 28 grados, aunque se podrá superar esta barrera de forma puntual en algunos momentos del día. En el caso de las dos capitales de provincia, el Instituto informa de que hasta el viernes en Santa Cruz de Tenerife se alcanzarán los 27 grados de máxima y los 20 de mínima, mientras que en Las Palmas de Gran Canaria llegarán a los 28 de máxima y los 21 de mínima.
Además de estas temperaturas, el Instituto Meteorológico Nacional informa de que habrá polvo en suspensión, fenómeno también conocido como calima, que restará visibilidad sobretodo en el mar.
A partir del sábado se espera cielos despejados, aunque con intervalos de nubes medias y altas en las islas más occidentales. Asimismo, las temperaturas en ligero descenso y los vientos del nordeste flojos a moderados.
Recomendaciones ante el calor
Ante esta previsión meteorológica, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública, recuerda los consejos para evitar que el calor cause daños a la salud. Una de las medidas fundamentales es beber más agua, independientemente del tipo de actividad que se esté llevando a cabo y no esperar a estar sediento. Debe hacerse al menos cada hora para evitar la deshidratación.
Se debe evitar el consumo de bebidas cafeinadas, alcohólicas o muy azucaradas. Además hay que tomar una alimentación rica en frutas y verduras (con la precaución de lavarlas antes del consumo), evitar comidas copiosas y no consumir preparados fácilmente contaminables (ensaladillas, mayonesas, etc).
No debemos exponernos al sol demasiado tiempo o en horarios en que los rayos solares llegan más verticalmente (de 12 a 16 horas). Hay que tomar el sol de forma progresiva y con precaución (empezar con sesiones de 15 a 20 minutos y aumentar sin superar exposiciones de dos horas seguidas). Siempre es recomendable usar cremas solares con un factor de protección mínimo de 15. Los menores de tres años no deben tomar el sol.
Si a pesar de estas medidas preventivas se dieran síntomas de trastorno por calor, se recomienda refrescarse con una esponja o toallas húmedas, tomar un baño si no se tiene mareos, beber líquidos frescos no alcohólicos y, si los síntomas no remiten, solicitar ayuda al médico lo antes posible.
Consejos ante la calima
Es importante reducir la actividad física, así como el ejercicio físico al aire libre cuando el calor es excesivo. Este consejo también es muy importante tenerlo en cuenta, no sólo cuando hay calor, ya que evitamos una exposición directa al sol, sino también cuando hay calima en el ambiente, ya que el polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias, y se pueden provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma. Además, es conveniente no olvidarse de beber más agua, independientemente del tipo de actividad de que se esté llevando a cabo, para mantenerse bien hidratado.