El consumo de papel, tinta, minas de lápices, y, alguna goma de borrar, para quien no ha hecho uso del tachón, ha debido de ser tremendo durante estos últimos meses.
Me refiero a tantos escritos, llenos de cariño, que poco a poco han ido saliendo a la luz pública aprovechando la web, miplayadelascanteras.com.
Nuestras voces gritan, pretenden hacerse oír con un sentido responsable de ciudadano que sabe lo que quiere, para el bien de un rincón de nuestras costas, la playa de Las Canteras.
Pero estas manifestaciones han sido aún más acusadas. En lugar de ser escuchadas, las avivan con formas de proceder poco coherentes.
Hace pocas semanas, de repente aparece en Las Canteras, un despliegue de mano de obra, maquinaria y materiales de la construcción. Movimientos de arenas, zanjas y un vertido de cemento para un encofrado.
Enseguida alguien, un buen canterano, pone el grito en el cielo. Alguien que es consciente del destrozo que se está produciendo en ese momento. Alguien que ve una acción anárquica y puede que piense que sea, el primer pilar, para un futuro no muy lejano, continuar cimentando el terreno con futuras plataformas y así terminar por tapar esa arena sobrante que hoy aún no saben como quitarla del medio.
Se pretendía hacer un parque infantil, en plan sorpresa.
En base a éstas hipotéticas plataformas, me atrevo a presentar una idea que tal vez se está cociendo por alguna mente, que claro, espero que no sea de un verdadero grancanario. Pero tantas cosas se ven en este mundo.
Supongamos un muro, que une la pared de la Puntilla a la altura donde esta la imagen de la Virgen del Carmen, en línea recta hasta el balneario en el Reina Isabel. Debidamente rellenado y baldosado, con jardines, más palmeras tropicales, caminos para bicicletas, zonas infantiles, nuevos chiringuitos más adelantados, alguna que otra fuente luminosa. Se acabaría el problema de la arena, y probablemente, la orilla ya para entonces, estará al pie de la misma Barra.
Pero, bromas a parte, ¿cómo ha sido posible sin previos permisos lanzarse hacer ese parque infantil?. Haciendo caso omiso al articulo 51 de la ley de Costas, y al articulo 108 del Reglamento de Costas. Y lo de no exponerlo a la opinión pública, ya no lo comento, porque no hay ni un simple proyecto. Pura anarquía.
Particularmente llegue a pensar que el nuevo hombre, nombrado en su día, para seguir de cerca las vicisitudes de nuestra playa, el Sr. Ángel Sabroso, sería un rebulsivo para tantas polémicas, pero la verdad, no le veo capaz de sacar a delante todo lo que tiene pendiente por hacer. Por ejemplo:
Barranco de La Ballena: es un continuo desastre
El sistema de megafonía: con comentarios desfasados.
Las colillas: en la arena y paseo, que cuando limpian el paseo con agua a presión, muchas son expulsadas a la arena.
Las banderas de avisos: que indican sin peligro y hace un tiempo de lo más peligroso.
Parecía que todo esto se solucionaría con su nombramiento.
¿Pensó el Sr. Sabroso, que con unas encaladas y pintado del muro de la playa, unos ceniceros cónicos de cartón y cuatro flores, todo estaría resuelto?.
Para terminar inserto una foto, imaginándome la playa dentro de veinte años, Espero que no tarden tanto en tomar la decisión de ir extrayéndola.
Juan Boza Chirino.
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