Ahora que se acercan las elecciones locales, como es sabido de todos, nos encontramos con la grata sorpresa de la nueva flotilla de vehículos para la limpieza de las playas de la ciudad: barredoras mecanizadas, cisternas baldeadoras, tractores, furgonetas, palas y camiones varios. En cierto sentido, las elecciones son como el Día de Reyes de los votantes: los Reyes serían, en este caso, los políticos, y los ciudadanos, niños inocentes.
Los vehículos de la flota están pintados de verde esperanza, un color que iría muy a juego en Tamadaba o por los montes que están reforestando afortunadamente para que siga lloviendo y no avance la desertización en la isla, pero que poco encajan con el amarillo y azul de la playa. A lo mejor por eso, los bañistas los ven venir con facilidad y se evitan tontos accidentes, primando así la seguridad a la estética.
Todo lo que sea mantener limpias las playas está muy bien, haya o no votaciones a la vista; pero debemos mentalizarnos, en cualquier caso, de que la limpieza y el cuidado de las playas no es sólo responsabilidad de ediles y demás cargos sino de toda la población. Esto es lo verdaderamente importante.
Aún conservo en la memoria aquellas multitudinarias jornadas de limpieza de Las Canteras organizadas por algunos vecinos y voluntarios comprometidos.
Luis del Rio García
En Alcaravaneras, a 5 de febrero de 2007