Fiera y embravecida en la tormenta
en la calma, erguida y en esplendor,
en tus fondos respira el buceador
y en tus lomos la brisa se acrecienta.
Tu presencia a los bañistas alienta,
de las olas, escollo arrollador,
de los peces, albergue acogedor,
trono donde la gaviota se asienta.
Peña la Vieja, de edad inmemorial,
de los mayores, recuerdos y añoranzas,
de los tiempos, monumento eternal,
de la vida, belleza y esperanzas,
de los ojos, roquedo sin igual
y de la naturaleza, alegranzas.