(Foto. Oria en el año 1955, sobre la arena de la playa)
Se trata de comentar algunas de mis vivencias en lo que era, para mi y para mis amigas el nuestro único soplo de libertad en aquellos tiempos. El agua del mar, arena, y Avenida, de esa gran playa de Las Canteras.
Al recordar aquella feliz etapa de mi vida, me vienen a la cabeza algunas anécdotas.
Recuerdo, por ejemplo, que cada grupo de amigas teníamos un “trozo de arena”. Que era como nuestra, porque ese sitio lo ocupábamos todos los días, y lo respetaban las demás personas que ya tenían los suyos. Nosotros hacíamos lo mismo con ellos, increíble pero cierto. Solo quiero aclarar que en la época de la que estoy hablando solo íbamos a la playa los “porteños”.
Otra anécdota de aquel entonces y que ahora me hace gracia es la siguiente: Mi hermana y yo paseábamos por la Avenida, y ella llevaba el bañador con un pantaloncito corto. Se nos acerco una guardia y le dice que no puede estar con esa pinta por el paseo, solamente en la arena de la playa. Si este guardia vive todavía( porque mira que han pasado años) se quedaría con los ojos como chernes solo viendo como va al personal de hoy en día por la misma Avenida.
En los veranos tambien recuerdo que empezábamos a ver caras diferentes de chicas, y nuestros comentarios era adivinar si procedían de Las Palmas o de Tafira. Siempre adivinábamos, eran veraneantes. Nos fijábamos que no sabían jugar ni al clavo, ni al borriquillo manso o a “policías y ladrones” . Para que no se enfaden las “niñas” de Las Palmas diré que nosotras tambien íbamos a pasear frecuentemente por Triana. Y yo me preguntaba si ellas sabrían que nosotras éramos “porteñas”?. Posiblemente si, por el color de nuestra piel.
Nuestra diversiones de entonces en la playa eran cebar olas frente a la antigua casa de Galicia, ya que era por donde mas altas venían. Tambien nos tirábamos por le Muro Marrero cuando llegaba el agua a la pared.
Cuando hablo de mis vivencias, quiero decirles que sin tener las ofertas de hoy, he pasado una niñez y juventud en la playa de Las Canteras que no olvidare en mi vida.
Oria Tavío.