“Cuando dos caminos se separan… toma aquel que se dirija a la playa”. Hannah McKinnon

Tiempo muy agradable, día de playa

Ordenanza de playas: sobre alimentar a la fauna

Sección sobre la actual Ordenanza de playas, paseos marítimos y resto del litoral de Las Palmas de Gran Canaria.

Artículo 13. Prohibiciones

Apartado 4:

g) Levantar o mover piedras, por muy pequeñas que sean, así como alimentar a la fauna marina (incluyendo peces y aves).

Infracciones:

Se considerará infracción leve alimentar a la fauna.

La multa por las infracciones leves según el régimen sancionador de la Ordenanza de playas, paseos marítimos y resto del litoral de Las Palmas de Gran Canaria es de 300 euros.



Los simpáticos correlimos tridáctilo también están siendo alimentados artificialmente, poniendo el riesgo su salud.

Observaciones importantes:

Alimentar artificialmente a la fauna salvaje puede parecer una actividad bondadosa, pero la realidad es que puede tener consecuencias negativas para la salud de los animales y el equilibrio ecológico del entorno.

La alimentación con pan, frutos secos, etc, de los animales en su entorno natural puede interferir en su dieta natural y en su capacidad para buscar alimento por sí mismos. Esto puede llevar a problemas de salud, como obesidad y enfermedades relacionadas con la nutrición, así como a una dependencia de la comida humana (ejemplo: los sargos de El Peñón).

Además, dar de comer a los animales (peces, aves, etc) altera la cadena trófica natural.

Los animales alimentados artificialmente pueden competir con otros “bichitos”, incluyendo otros individuos de su misma especie, por los recursos alimenticios. Esto puede llevar a un desequilibrio en las poblaciones y afectar a la biodiversidad del espacio natural.

Alimentarlos puede aumentar el riesgo de enfermedades y lesiones tanto para los animales como para las personas. Los animales alimentados artificialmente pueden volverse más agresivos y menos temerosos de los humanos, lo que puede poner en riesgo la seguridad de las personas (ejemplo: las gaviotas).

En resumen, es importante NO alimentar -además de estar prohibido por las ordenanzas- a la fauna salvaje ya que puede alterar su comportamiento, dieta y relación con su entorno natural. Esto puede tener consecuencias negativas para la salud de los animales y el equilibrio ecológico del área.

Es muchísimo mejor para el equilibrio natural del espacio dejar que los animales salvajes se alimenten de forma natural y no intervenir en sus hábitos alimenticios.

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