Corrían los años noventa, se procedía al desmantelamiento de la central eléctrica de la Cicer.
El pórtico con sus enormes columnas, la entrada principal que le daba la espalda al mar fue de lo último en ser derruido. Con la destrucción total de la “fábrica” de UNELCO el paseo de Las Canteras pudo seguir expandiéndose en dirección a Guanarteme, ayudando a convertir el barrio en lo que es hoy en día.
La parcela de la Cicer, donde estuvo la central, pudo convertirse en un espacio más de playa para la ciudadanía, tras varias operaciones políticas se perdió para siempre. Primero, con la construcción de un nefasto aparcamiento nunca utilizado a pesar de gastarse en dicha obra millones de fondos europeos. Más tarde, después de aguantar años las medias obras de llamado mamotreto, se le cedió el espacio a una empresa privada para la construcción de un gym. La pasarela vendida como una obra icónica para Las Canteras, por diferentes motivos, no ha quedado tan bien como se esperaba.
La foto de portada nos muestra las últimas ruinas de la central eléctrica, inaugurada en el años 1928 por el dictador Primo de Rivera. Industria que le dio nombre a esta zona de la playa de Las Canteras.