Dos aguavivas de la especie Pelagia noctiluca bailan al amanecer en un charco de Las Canteras.
Estos «paraguas» son las aguavivas o medusas más frecuentes de las costas canarias.
Es una especie muy urticante, y los bañistas alcanzados por sus tentáculos requieren atención médica.
Los restos de los tentáculos adheridos deben retirarse con unas pinzas.
El término «Pelagia» hace referencia a que toda su vida, incluida la fase de reproducción, transcurre en el pelágico (masa de agua) y nunca se posa en el fondo; la palabra «noctiluca» alude a que es fosforescente en la oscuridad.