El eufemismo de la participación ciudadana
Un articulo de opinión de Patricia Barber Pérez
Me pidieron si podría resumir en cinco líneas el documento de “Aprobación definitiva de la Ordenanza Municipal Reguladora de la instalación de terrazas en suelo de uso Público”. Sesenta folios. De ellos, 23 se dedican a resolver sobre las alegaciones presentadas en plazo a dicha ordenanza. Entré en pánico, claro, pero me terminaron sobrando más de 4 líneas. Me bastaron dos palabras para un resumen claro y conciso: Alegación desestimada. Victoria aplastante. 28 desestimaciones frente a 4 propuestas aceptadas gracias a las cuales se modifica la redacción de otros tantos escasos párrafos.
Podría entrar en mil detalles, pero no darían las 5 líneas y tendría que dedicar un tiempo y esfuerzo del todo baldío y no estoy por la labor.
Por supuesto, la condición de vecino, residente o ciudadano, organizarse en asociaciones y plataformas, movilizarse, dedicar tiempo y esfuerzo a estudiar un proyecto de ordenanza y aportar regladamente ideas para mejorar lo que día a día nos preocupa y nos inquieta de los derroteros de nuestros barrios no es una patente de corso para propuestas válidas, estratégicas y responsables, pero, cuanto menos, la desproporción es alarmante. Una muestra más, sin duda, de las pantomimas políticas, del pescado vendido, del levanto la mano y apoyo si es de los míos y la escondo inexorablemente si es de los otros, porque, en realidad, es lo único que les importa: no moverse en la foto de la polaroid institucional y de los poderes fácticos. El resto, puro eufemismo.[mp_block_12 section_title=”Últimos posts” columns_number=”2″ post_tag_slug=”Titular, Portada, titulares” post_limit=”6″]