Los propietarios de las 114 viviendas del que deberá ser uno de los edificios emblemáticos de Guanarteme están enfadados y preocupados. La construcción del mismo se ha relentizado, casi parado, entre otros problemas, por la desbandada de parte de las subcontratas. Contratas, como las que trabajan con el pladur o los cristales, que han dejado la obra por ya estar fuera de presupuesto.
Con meses de retraso en su entrega prevista, el edificio de pladur, que así se le ha bautizado por el exceso de este material en su estructura tanto interiormente como exteriormente, está teniendo muchísimos problemas para su acabado. La empresa encargada de su construcción busca desesperadamente nuevas contratas que le saquen del entuerto.

Los dueños de los pisos han empezado a mostrar su disgusto y su preocupación por el devenir de la obra.[mp_block_12 section_title=»Más post de actualidad » columns_number=»2″ post_tag_slug=»Titular, portada, titulares » post_sort=»rand» post_limit=»6″]