Varios investigadores del Departamento de Física de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, entre los que se encuentran Alicia Tejera y Pablo Martel, han publicado un artículo de investigación en una revista internacional en el que estudian la radioactividad natural presente en algas que llegan a las costas de Canarias.
Este artículo, titulado ‘Natural radioactivity in algae arrivals on the Canary coast and dosimetry assessment’, ha sido aceptado para su publicación en la prestigiosa revista internacional “Science of the Total Environment” y está firmado por miembros del Grupo de Investigación Interacción Radiación Materia (GIRMA) del Instituto Universitario de Investigación en Estudios Ambientales y Recursos Naturales (IUNAT), de la ULPGC.
Hoy en día, el uso de algas silvestres y de cultivo en la industria alimentaria es un sector productivo en auge. En este contexto, el grupo de investigación de la ULPGC llevó a cabo una caracterización radiológica de cinco especies de algas marinas presentes en la costa canaria recolectadas en las arribadas que llegan a la playa de Las Canteras.
Las especies de algas estudiadas fueron Cymopolia barbata (algas verdes), Lobophora variegata, Sargassum vulgare, Dictyota dichotoma (algas pardas) y Haliptilon virgatum (algas rojas). Se determinó el poder de acumulación de diversos radionúclidos naturales (U-238, U-235, U-234, Po-210, Th-234, Ra-226, Pb-210, Th-228, Ra-224, K-40 y Be-7) por parte estas especies de algas.
Se ha observado una tendencia a acumular radionúclidos por algas marinas mucho más pronunciada para los radionúclidos reactivos en el océano como Po-210, Pb-210 y Th-234 que para aquellos que tiende a mantener una concentración constante en las distintas aguas marinas (como el K-40 y los radioisótopos naturales del uranio).
Esta acumulación es mayor en las algas paradas y rojas que en las verdes con hasta dos órdenes de magnitud superiores a los recomendados por la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Se han evaluado, también, la dosis radiológica asociada con la ingestión de estas algas dando en algunos casos valores más altos que los alimentos de origen marino de mayor dosis como los mariscos y crustáceos, siendo Po-210 el responsable de la mayor parte de estas dosis (entre un 60% y un 85%). En este trabajo se concluye con la recomendación de realizar una evaluación radiológica antes del uso de algas para consumo humano.
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