En pocos deportes hay tanto espíritu de ayuda como en el surf.
Todos l@s surfer@s (….o buguer@s) saben que si te encuentras en apuros sólo tienes que pedir ayuda, en ese momento, aquel compañero, que cinco minutos antes te puso mala cara porque le saltaste una ola te vendrá a ayudar sin demora.
Surferos apurados son rescatados a diario por otros surferos. Gracias a este compañerismo en el mar nos evitamos sustos y desgracias. No hay mejor seguridad para un surfer que coger olas en compañía de otros.
Que no se pierda nunca este sentido de lealtad y solidaridad con el prójimo, que hacen del surf un deporte único.
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