El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria espera por el permiso de los propietarios de una parte de la playa de El Confital para realizar las catas que pueden dar con la solución al problema de la presencia de bacterias de origen fecal en sus aguas.
Tras la localización hace algunos meses por el georadar de aguas subterránea en el subsuelo confitalero, el siguiente paso para averiguar si son aguas negras son estas catas que necesitarían permiso de los propietarios del suelo para su realización.
Concretamente es una franja de playa en las inmediaciones del puesto de la Cruz Roja que aun son propiedad de la familia Bravo de Laguna. Terrenos privados pero sin ninguna opción legal para poder urbanizar en ellos.