“Necesito el mar porque me enseña.”. Pablo Neruda

Viernes: aviso naranja por costeros (oleaje) y aviso amarillo por viento.

150ª aniversario de la entrada en funcionamiento del Faro de La Isleta

30 de julio de 1865 – 30 de julio del 2015

El “Faro de La Isleta” está situado en la península de La Isleta (Las Palmas de Gran Canaria), enclavado en la “montaña del faro” de altitud 249 m sobre el nivel del mar, uno de los tres conos volcánicos principales que forman la península de la Isleta, siendo ésta la colina más alta y más al norte de las que tiene dicha península.

El Faro de la Isleta es el que se encarga de balizar para la navegación marítima el extremo noreste NE de la isla de Gran Canaria y la franja de litoral que abarca desde la zona cubierta por el faro de Punta Sardina (en el extremo noroeste de la isla NW), y el faro de Punta de Melenara, ubicado al sur de la isleta y a mitad de la costa Este de Gran Canaria. La importancia de este faro radica en que sirve como orientación en recalada y aproximación al Puerto de Las Palmas, que se extiende a sus pies, uno de los más importantes centros portuarios del Atlántico y primero en orden de tráfico y carga de los del Archipiélago Canario.

El faro se alza sobre una base de una torre ligeramente troncocónica situada en lo alto de un edificio de servicios de planta rectangular y dos alturas pintado de blanco, alcanzando el conjunto unos 10 metros de altura. La casa original se construyó de una sola planta rectangular con sillería en sus esquinas, cornisas y fachadas. Posteriormente en 1967 se construyó una segunda planta y adquirió la fisonomía actual.

La linterna es una cúpula de cristal de 3,5 metros de diámetro. Dentro de ella se albergan las ópticas, los reflectores y dos lámparas (principal y reserva) de halogenuros metálicos HQI de 1000W. El faro emite grupos de luz color blanca 3+1 destellos cada 20 segundos. Los destellos pueden llegar a verse a una distancia de 26,7 millas náuticas (casi 50 km) con transmisión atmosférica media y a 43,1 millas náuticas (casi 80 km) con transmisión atmosférica clara, según los cálculos realizados con estas lámparas.

La instalación del Faro de la Isleta también funciona desde 1967 como aerofaro y desde 1975 como radiofaro. Este último servicio de radiogoniometría convencional prestado a través de los radiofaros marítimos dejó de funcionar el 16 de diciembre de 2002. El Faro de la Isleta también funciona como un punto geodésico (punto señalizado que indica una posición geográfica exacta conformando una red de triangulación con otros vértices geodésicos) y que permite, entre otras cosas, ser utilizado para trabajos topográficos.

En la actualidad, se encuentra totalmente automatizado y funciona mediante energía eléctrica convencional conectado a la red pública. Dispone de dependencias anexas en el edificio sobre el que se yergue. En él se encuentran las diferentes dependencias, almacenes y cuarto de que disponía el farero; así como dos grupos electrógenos y las correspondientes baterías para garantizar el funcionamiento en caso de desconexión o fallo en la red eléctrica.

Junto a él se levantan varios repetidores de telecomunicaciones y antenas de radio, así como equipos de Salvamento Marítimo, Policía Local y del 112

Las montañas de la península de La Isleta y su faro forman parte de la fisonomía característica de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

 

HISTORIA

Desde mediados del siglo XIX se fueron proyectando en España diversos planes generales de alumbrado maritimo que han traído la instalación de faros y luces para la señalización de las costas del Archipiélago Canario. El primero de esos planes que afectó a las islas fue el aprobado por la Real Orden Ministerial del 28 de abril de 1857, y datan de ese plan la instalación en Canarias de los faros de Anaga (1864) en Tenerife, Punta Jandía (1864) en Fuerteventura, La Isleta (1865) en Gran Canaria, Martiño (1865) en el Islote de Lobos, Punta Delgada (1865) en el Islote de Alegranza, Punta Pechiguera (1866) en Lanzarote, Punta Cumplida-Barlovento (1867) en La Palma y los fanales de los muelles de Santa Cruz de La Palma, Santa Cruz de Tenerife, Puerto Naos en Arrecife.

El 30 de julio de 1865 en el extremo noreste de Gran Canaria y al norte de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria comenzó a funcionar el Faro de La Isleta, que es el que a mas altura de los situados en Canarias (249 metros sobre el nivel del mar), y el segundo de España detrás del de la Punta de La Polacra, en Almería.

El faro de la Isleta, al igual que el situado en la punta de Maspalomas, fue proyectado por el ingeniero Juan León y Castillo (Telde, Gran Canaria,1834-1912), siendo segundo ingeniero de la Jefatura de Obras Publicas de la Provincia de Canarias. Las obras de construcción de este Faro ascendieron a 324.665,16 reales (aprox. 487,82€), y los trabajos duraron 16 meses entre 1860 y 1862, entrando en funcionamiento de forma oficial, como ya hemos dicho, el 30 de julio de 1865.

Al principio el sistema de destellos era diferente que el actual y para que su luz se diferenciase de los faros cercanos de Anaga (Tenerife) y Jandía (Fuerteventura), tendría una apariencia de de luz fija blanca variada por destellos rojos cada dos minutos, estableciéndose un alcance de 18 millas en tiempo medio. Se le instaló una linterna poligonal de 3,5m de diámetro fabricada en Francia por la casa Henry Lepaute de París, dotado de un aparto óptico del mismo fabricante y de un metro de diámetro. Como hemos dicho, este tenía una zona catadióptrica fija (conocida como sistema réflex) y un juego de lentes rojas montadas sobre un carro circular que giraba accionado por una maquina de relojería. Empezó a brillar con una lámpara Degran que utilizaba aceite de oliva, parafina y petróleo hasta 1916 que fue sustituida por una lámpara incandescente, pero ese mismo año vuelve a ser sustituida por una lámpara Chance 35mm con quemador

Así estuvo hasta 1923, cuando se desmontó la antigua linterna poligonal y se instaló una de La Maquinista Valenciana. Se eliminaron los paneles rojos del aparato óptico, que fueron sustituidos por cuatro paneles ópticos incoloros y dos pantallas exteriores que giraban sobre una cuna de mercurio con flotador, accionada por una maquina de relojería de la casa Pintch con autonomía para tres horas y media, y se sustituyó la lámpara por otra Chance 55mm dando la actual apariencia del faro, una luz fija blanca que varía por destellos de tres más uno (tres destellos durante cinco segundos el cuarto siete segundos más tarde).

Comenzó nuevamente el 16 de febrero de 1924 hasta nuestros días, y es esta luz fija la que permite que el Faro de La Isleta tenga el mayor alcance de Gran Canaria (unas 26,7 millas náuticas, casi 50 km, con transmisión atmosférica media), otros como el de Maspalomas, también diseñado por León y Castillo y que este año 2015 cumplió 125 años, tienen unos destellos que no son acompañados por la luz fija, por lo que el alcance es de 19 millas náuticas.

Con el fin de instalar un radiofaro de 100 millas de alcance, en enero de 1965 se acomete el tendido de una línea de alta tensión que llega hasta el faro, y en 1967 se procedió a la electrificación de la torre y se sustituyó la antigua linterna por una aeromarítima de la casa AGA (AB Svenska Gasaccumulator), con montantes de bronce y cristales planos, rematada por un cupulino Trinity House. La óptica es también reemplazada por una BBT (la francesa Barbier Bernard & Turenne) provista de cuatro paneles de haz aéreo que giran sobre una cubeta de mercurio, accionada por una maquina de relojería de peso motor. La fuente luminosa pasa a ser una lámpara de 3.000W montada sobre un cambiador doble Faro y dependencias quedaron totalmente electrificadas, instalándose dos grupos electrógenos diesel Ruston como reserva de la red principal.

En 1975 se instala un radiofaro LB-100 con un alcance de 100 millas náuticas y en 1982 queda también operativo un corrector para el sistema de radionavegación Omega. Estos servicios de de radiogoniometría convencional prestado a través de los radiofaros marítimos dejó de funcionar el 16 de diciembre de 2002 por la puesta en servicio de sistema de navegación y posicionamiento global GPS.

En la última década se han mejorado las instalaciones montando nuevos cuadros de maniobra para los grupos electrógenos, también se han sustituidos las lámparas de 3000W por dos lámparas (principal y reserva) de halogenuros metálicos HQI de 1000W. y nuevo cuadro CMB-100 de La Maquinista Valenciana además de un cambiador de lámparas CLV-02 de la misma marca. Con las nuevas lámparas los destellos pueden llegar a verse a una distancia de 26,7 millas náuticas (casi 50 km) con transmisión atmosférica media y a 43,1 millas náuticas (casi 80 km) con transmisión atmosférica clara, según los cálculos realizados con estas lámparas de halogenuros.

La casa se construyó originalmente de una sola planta rectangular con sillería en las esquinas, cornisas y fachada, constando de dos viviendas con entrada independiente y patio interior. Una de las viviendas disponía de tres dormitorios, y la otra de cuatro, con salón, cocina y cuarto de baño, además de un taller como dependencia común. La azotea era plana y estaba circundada por un pequeño muro que se interrumpía en la parte principal donde se encontraba otro de mayor altura. La torre ligeramente troncocónica era de color gris oscuro, empotrada hasta la mitad de la fachada nordeste, con una altura de 6.90m y un diámetro de 4,20m hasta su base. En la parte superior del fuste se encuentra la cornisa, el balconcillo volado y un torreón cilíndrico de 2m de altura que soporta la linterna rematada por un casquete esférico.

El faro era atendido por dos torreros. En 1967, al pasar a depender de la Junta de Obras del Puerto de La Luz, el edificio sufre una importante reforma al construirse una segunda planta y ampliándose también la planta baja, quedando visible solo una pequeña parte de la torre. Desapareció el torreón de sillería y se enluce la torre con mortero, dejando cubierta toda la sillería basáltica.

El primer torrero fue saturnino Conde y el último de los fareros estuvo habitándolo hasta principios de los años 90 del siglo pasado, fue Agustín Becerra, hasta su jubilación en 1999, quedando definitivamente deshabitado.

 

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