Si la semana pasada hablamos de especies poco frecuentes en los alrededores de la barra de Las Canteras, hoy nos toca hacer todo lo contrario. Aunque son muchos los peces que conforman la estampa submarina de un día de margullo en la playa capitalina, he escogido los que son, a mi juicio, los más comunes.
“Sparisoma Cretense”, nuestra querida vieja, siempre nos acompañará en las excursiones a la barra. Este pez, emblemático como ninguno en todo el archipiélago, es uno de esos animales que alternan de sexo (la hembra es de color rojizo y el macho es gris). Encontraremos ejemplares de varios tamaños, siendo los mayores los que nadan junto a la barra grande. En la foto vemos a una hembra plagada de esos incómodos (y a veces mortales) “piojos” que suelen adherírseles a ambos lados del cuerpo.
Pero el pez que sin duda da un colorido especial a este entorno es el pejeverde (“Thalassoma pavo”), otro clásico de Las Canteras. También muda de sexo con la edad aunque en este caso el macho es de color más llamativo que la hembra. En la foto vemos a un macho exhibiendo su atractivo colorido en un primer plano trasero.
¡Y que decir de la salema! “Sarpa Salpa” siempre anda en grupos numerosos y nadando a toda pastilla cerca de praderas de algas, buscando comida. En la foto se observa un numeroso banco, que nadaba lejos de la orilla a la altura de Peña La Vieja, seguramente en dirección a las praderas de cymopolia que hay en la barra, por el Reina Isabel.
Otro pez que abunda por estos lares es el sargo. Cualquier día que metamos la cabeza por aquí nos toparemos con algún sargo blanco, picudo, breado, o seifía. Están todos representados y en diversos tamaños. Vemos una curiosa foto de un “Diplodus cervinus cervinus” (el breado) al que le falta un cacho de aleta dorsal. ¿Recuerdo de una pelea?. ¿Intento fallido de caza?. Vaya usted a saber.
Y si somos de los que nos gusta meter la cabeza entre las piedras, seguro que veremos alguna cabrilla pintada (“Serranus scriba”) por ahí.
Llamativo pez este también, que se muestra bastante pasota ante la presencia humana. Así da gusto pa’ sacar las fotos; ahí les dejo un primer plano.
¡Chacho!, ya me iba a despedir y me olvidaba de la fula. Ya sea en su coloración negra o en la blanca, este animal juguetón y confiado nos hará compañía cualquier día que nos acerquemos a la playa de Guanarteme. Mostramos un primer plano de la fula negra (“Abudefduf luridus”), que es más llamativa que la blanca debido a unas preciosas líneas azules que contrastan con su negro predominante. Lástima la jiribilla que tiene; es difícil fotografiarla con detalle.
Como puede verse, las especies más características del archipiélago están presentes en Las Canteras, por lo que el conjunto de la fauna que rodea nuestro arrecife puede considerarse una buena representación de la fauna marina Canaria. Teniendo en cuenta que estamos hablando de una playa de ciudad (explotada en lo ocioso y castigada en lo urbanístico), este hecho siempre me ha parecido milagroso. Cuentan los ancianos que margullaban antaño en Guanarteme que lo que hoy vemos no es sino un espejismo de lo que hubo en su día. Lástima no haberlo visto.
Responsabilidad nuestra es conservar no sólo lo que está en la superficie, sino también lo que hay bajo ella, por poco que nos quede.
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