“Apagón” ( Poesía)

Toda la información actualizada del día en nuestra portada: la playa hoy

La luz de la Avenida se ha esfumado

y algunos paseantes encienden sus mecheros

en ciertas zonas conflictivas en obra; otros

encienden cigarrillos.

Se oyen batir las olas, negras.

El nuberío, gris sucio, refracta;

y el cielo, azulado negror,

se desentiende de la Avenida en sombras.

No te vayas, rondan los negros, los moros,

los chorizos del patio. Mira hacia el Norte,

en mitad de la lomas rumbo a Gáldar,

¿ves el largo caserío trazar un refulgente

rayón en la negrura,

como cinto lentejuelado,

como estrellitas agolpadas? ¿ ves?

No te vayas.

Yo recuerdo una noche jugar con mariposas

vivas, y la voz de mi madre: “ Niño, déjalas,

te vas a quedar ciego. “

Yo seguía jugando sin oírla,

y al rato, inopinadamente, un apagón;

la casa quedo a oscuras y yo loco: ¡ No veo ¡,

desconsolado, angustioso.

No volví a torturar las mariposas.

Quédate.

Una vez, unos primos bajáronme a un aljibe

para limpiarlos a fondo pues llegaban las lluvias,

y alzado que hubieron el último cubo de hojas

e insectos ahogados,

taparon el aljibe conmigo dentro, en broma,

y de nuevo pensé que moría.

No me dejes.

¿ Sabes la canción de María Matamala,

que mató a su marido Araél,

lo hizo trocitos

y lo puso a vender ?

Si no quieres he olvidado la letra.

Si la escuchas, me la sé de memoria.

Y si te quedas te cuento cómo

la Poesía da un brinco

cuando nos ilumina de repente

la línea de oro que da pie al oficio.

Ayúdanos a seguir informando día a día sobre nuestra playa: dona

He visto un error 🚨

Comparte

Comenta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

error: Este contenido está protegido con derechos de autor