Caminar correctamente.

Durante un pequeño descanso en la playa, podemos observar a los paseantes y la manera característica que tiene cada uno de caminar. Una acción casi involuntaria que, en su sencillez, sirve para poner a punto el cuerpo así reforzamos los músculos de la espalda inferior mientras respiramos profundamente y escapamos del estrés del trabajo o las responsabilidades familiares. Para los Taoistas y en la meditación China los pies son vehículos de respiración y representan dos de los cincos centros o puertos (en los pies, el centro de las manos y la cara) donde la energía o chi de nuestro entorno puede comunicar con el chi del cuerpo. Así, la cavidad del manantial borboteando – un punto invisible debajo de cada pie es el mas importante de los nueves puntos estratégicos – el talón, el borde exterior, la planta pequeña, la planta grande, los cinco dedos de pies. Cuando estos están en contacto con la tierra nos permite absorber y respirar su energía. Por este motivo, cuando practicamos el Tai Chi, es necesario prestar atención a plantear estos puntos uniformemente con cada paso que debe suportar el peso del cuerpo. Este peso se coloca en el centro del pie – el manantial borboteando. Los pies sirven de apoyo para todo el cuerpo y desde luego estamos más estable y mejor equilibrados cuando el peso esta distribuido igualmente en los nueves puntos de cada pie siempre que damos un paso adelante. La forma de caminar, desde el talón, planteando la planta y luego los dedos, en tres movimientos nos ayudan de comprobar que los pies son bien planteados en el suelo, así estamos estable y bien equilibrado en nuestra postura. Según los palabras de Zhuang Zi, uno de los filósofos taoistas más importantes, “Una persona normal se respira en la garganta, una persona verdadera (un inmortal) se respira a través de sus pies.”

Pero a veces tiene que proteger los pies de los inmortales de los vínculos terrestres. Los Budas – divinidades de una tradición más reciente cuando lo comparemos con el Taoismo – tienen que poner sándalos de paja por ayudarlos a caminar al otro mundo. En Japón también existe esta atención al contacto de los pies con la tierra. Se puede reconocer fantasmas japonesas por que, simplemente, no tienen pies.

Sin embargo, estamos aquí y mientras, que lástima de no aprovechar el placer terapéutico de pasear descalzo en la arena de la playa.

Una acción casi involuntaria – el acto de caminar correctamente supone relajación y equilibrio: entonces estimulan los nueves puntos y el manantial borboteando para aprovechar todo sus beneficios.

Ella Tenant

Ella ha realizado estudios doctorales e investigación en Sociología/Antropología de la Religión Japonesa por la Universidad de Hong Kong, y tiene un Masters Degree de Estudios Orientales de la Universidad de Hong Kong.

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