Estamos en una reunión o charla, y ahora es nuestro turno para hablar… ¿Cuantas veces nos enfrentamos a la misma situación con la corazón palpitando, los manos y a veces el cuerpo entero sudando, y a pesar de hacer todo lo que podemos para sentirnos mas relajado e tranquilo, la ansiedad aumente en lugar de disminuir?
Para ayudarnos a dominar esta forma de manifestación de los nervios existen trucos sencillos del origen Taoista, incorporados en la práctica del Tai Chi. Se trata de trabajar para prender a regular la respiración. “Regular” – quiere decir conseguir a respirar de manera tranquila, suave e larga como el ritmo de las olas en la orilla de la playa.
Como la luna que influye en las mareas, nuestras emociones influyen directamente por la respiración. Cuando estamos enfadados, exhalamos más fuerte que inhalamos. Cuando estamos tristes es el contrario – inhalamos con más profundidad que exhalamos. Y cuando tenemos la mente calma el ritmo de la inhalación y la exhalación esta más o menos igual.
La mente y también las emociones calmas y neutras son necesarias para poder respirar constantemente con tranquilidad. Entonces para regular la respiración, tenemos en primero lugar que regular la mente. Así con la práctica llegamos al Xin Xi Xiang Yi – donde el corazón (o mente) y la respiración tienen una dependencia mutua.
Para empezar, tenemos que encontrar nuestra punto de gravedad – a dos dedos mas bajo del ombligo existe el Dan Tien, o la caldera donde el chi o energía universal combina y armoniza con el chi o fuerza de la vida que ya tenemos cada uno en nuestros organismos. Concentrar en este punto, sentir mover y circular el chi con cada inhalación y exhalación nos ayuda a regular la mente mientras re-descubrimos al respirar el abdomen inferior.
Del punto de vista físico los pulmones no son los únicos protagonistas en nuestro mecanismo sofisticado de respiración. Los músculos alrededor del los pulmones y también el diafragmo tienen que dilatar y contraer, aspirando e empujando el aire de la cavidad del pecho. Así se mezcla oxigene con el sangre al dentro de las células pulmonarias, para que el sangre desprenda dióxido de carbono. El oxigeno corre a cada célula del cuerpo como garantiza de su bueno funcionamiento. El movimiento del diafragmo, de arriba al debajo, cuando respiramos da un masaje a los órganos internos y aumente la circulación de chi, energía de la fuerza de la vida.
Para regular la respiración tenemos que encontrar una postura cómoda, la mente liberada de molestias emocionales – así podemos sentir correr el chi. Es importante no intentar controlar la respiración – solo notarla y sentirla. Respirar ligeramente, suavemente – inhalando para la nariz, exhalando para la boca-. Dado que con este método se concentra al abdomen inferior no debemos dilatar y contraer el pecho. Al contrario podemos sentir el aire en el Dan Tien.
Esta acción tan sencilla y natural nos baja automáticamente el nivel de estrés, y además de reforzar todo nuestro sistema de inmunización, nos ayuda a afrentar, con éxito y sin palpitaciones el papel de oratoria publica. Y aun mejor si podemos hacerle con la canción de las olas afinando nuestro propio ritmo de respirar.
Por Ella Tennant.
Directora de la Asociación Tai Chi – Chi Kung “El Mono Feliz” y ha realizado estudios doctorales e investigación en Sociología / Antropología de la Religión Japonesa por la Universidad de Hong Kong, y tiene un Master Degree de Estudios Orientales de la Universidad de Hong Kong.