En diciembre de 1899, la Comandancia de Marina otorgó la posesión de un terreno a don Matías Reina y don Lorenzo Curbelo para el establecimiento de un parque de ostricultura (criadero de ostras) en Las Canteras, conforme a la Real Orden del 14 de octubre de ese año.
La autoridad competente llevó a cabo el deslinde de los terrenos sumergidos, señalizando los límites mediante mojones en tierra. Con ello, se establecía oficialmente el espacio reservado para este innovador proyecto, destinado a fomentar la industria local de ostricultura.
Para ello, se fijaron en tierra dos mojones que, en conjunto con las dos extremidades de la boca por donde cruza el cable telegráfico, delimitan la zona libre reservada. Posteriormente, se colocó otro mojón en tierra que, alineado con la parte meridional de la cumbre del peñón, marca el límite norte. Finalmente, se ubicaron dos mojones adicionales: uno en tierra, al pie de la casa representada en el plano, y otro sobre la barra, señalando así el lindero sur. Para que se sitúen, el criadero de ostras estaba en la zona de Peña la Vieja, entre la orilla y la boca de la Barra.
Con esta concesión, se buscaba también evitar los perjuicios que generaban las actividades pesqueras ilegales, como el uso de chinchorros y guelderas, que arrasaban con los mariscos y dejaban la zona sin peces ni alevines.
Tal fue la preocupación de la época que, en noviembre de 1899, en una nota periodística de El Museo Canario, se escribió el siguiente texto: “Hoy en día hay un millar de Herodes por una perra”, refiriéndose al daño causado por los métodos de pesca indiscriminados.
Para el aprovechamiento del parque, los concesionarios solicitaron un terreno de 50 metros de largo por 12 de ancho en la playa de Las Canteras, con el fin de construir un edificio que facilitara el proceso de cultivo de ostras. Esta solicitud fue aprobada a finales de 1900, con el compromiso de mantener el área exclusivamente para el uso de ostricultura, protegiendo así el ecosistema marino local.
En 1900, el Diario de Las Palmas también informó sobre la aparición en la orilla de crías de ostras arrastradas por los chinchorros que invadían el parque. Esta situación motivó la intervención de la Comandancia de Marina, que en marzo de ese mismo año publicó un edicto prohibiendo terminantemente cualquier tipo de pesca dentro de los límites del parque. Para garantizar la protección de este valioso recurso natural, el área fue claramente delimitada con una empalizada de verjas de alambre.
El criadero de ostras en Las Canteras fue una iniciativa muy innovadora para la playa de Las Canteras. Tal como escribe el cronista Luis García de Vegueta en una reseña periodística:
En 1902, el interventor de Puertos, don Felipe Peñaranda, describió la zona del parque de Santa Catalina y la playa de Las Canteras, considerándola un lugar ideal para los baños de mar, tanto por su amplia extensión de arena como por la presencia de un arrecife (la barra) que reducía la fuerza de las olas. A continuación, añadió una observación insólita: «En una gran extensión de esta playa existe un buen criadero de ostras, cerca del lugar donde está el amarre del cable con Tenerife. El criadero se extendía a lo largo de una amplia zona de la playa, en un área que aún no había sido descubierta por los veraneantes y bañistas, muy pocos en aquella época. (La Provincia 1994).
Este proyecto, que se inició hace más de un siglo y pudo haber sentado las bases para la ostricultura en Las Canteras, desapareció de la hemeroteca sin dejar rastro.
Seguimos investigando para descubrir qué ocurrió con esta idea innovadora y poco conocida.
Mirados todos los parámetros, la rentabilidad no sería la deseada. Dicen que las ostras requieren de aguas frías y buena salinidad, por tanto, proyecto inutilizado.
Esta plantilla reflejaba una combinación de jugadores locales y refuerzos internacionales, como los centrocampistas Kostadin Yanchev (Bulgaria) y Edin Ćurić (Yugoslavia), y el delantero Daniel Vidal (Uruguay). La temporada 1990-91 fue una etapa de transición para el club, que buscaba retornar a la Primera División tras su descenso en la campaña 1987-88
1 comentario
Yiyi
19 de abril de 2025Mirados todos los parámetros, la rentabilidad no sería la deseada. Dicen que las ostras requieren de aguas frías y buena salinidad, por tanto, proyecto inutilizado.