El mar se convierte en espuma, el arrecife protector aguanta como puede la embestida de las grandes olas. Mar de fondo, olas de 3, 4 o más metros que se ven llegar rompiendo desde el horizonte, la punta de El Confital primero y después la Baja Fernando marcan el poder de las grandes masas de agua que se aproximan hacia la frágil playa. En breve segundos después las olas viajeras comienzan a levantarse sobre las barras cayendo una tras otra sobre el compacto marisco arenoso que es nuestra protección natural.
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