Después de varios días de retraso, la sentencia del “Edificio Basura” se ha llevado a cabo. Aunque por diferentes argucias de la defensa que logró retrasar la ejecución varios días, por fin, esta mañana con la presencia de varios familiares, enemigos, agentes de la policía local, y un equipo médico forence para certificar su muerte, comenzó la cuenta atrás.
La atmósfera que se respiraba llena de ansiedad por acabar lo más rápido posible, era irrespirable aguardando la llegada del verdugo, que hizo acto de presencia con su gran máquina exterminadora con una lentitud desesperante. El reo, sujeto por fornidos funcionarios que utilizaban todas sus fuerzas para mantenerlo inmóvil, lograron someterlo a pesar de revolcarse como animal salvaje herido de muerte. Se comenzó con tres inyecciones letales, varias descargas eléctricas de alta tensión, dos disparos en las sienes, y por último, hubo que recurrir a la tecnología punta del acoso y derribo, a lo que no pudo resistirse.Una vez comprobado, que esta centenaria basura ya nunca más podría levantarse, con mi cámara en ristre me alejé hacia Las Canteras, a tomarme una birra, para celebrar la muerte de alguien por vez primera en mi vida.
Cristóbal Tacoronte.