Todos los años, muchos playeros se hacen la misma pregunta: ¿Habrá este año una buena Marea del Pino? Llamadas así porque, como la gran mayoría sabe, suelen coincidir con la festividad de la Patrona de Gran Canaria, la Virgen del Pino.
Las Mareas del Pino suelen ser el primer gran reboso después del apacible buen tiempo y marcan, para muchos—especialmente para los estudiantes y los más jóvenes—, el fin del verano y el regreso a la rutina escolar.
Son muchos los años en los que esta gran marea no coincide con los días cercanos al de la Patrona (8 de septiembre). Por tanto, en algunos años, este primer reboso llega a hacerse realidad en octubre, noviembre o incluso diciembre.
Para que se den las condiciones para una buena y espectacular Marea del Pino, deben coincidir algunos factores en las condiciones meteorológicas del mar, de sus mareas y de la luna. Lo ideal es que se produzca una marea grande, es decir, con una bajamar y pleamar considerables, situaciones que se dan durante las lunas llenas o nuevas. A esta condición hay que añadir otro factor: que haya una buena fuerza en las olas (un buen tamaño de las olas). Esta fuerza es causada por un mar de fondo, principalmente originado por alguna fuerte borrasca alejada del archipiélago. Si se dan estas dos condiciones, no duden de que en el mar y en nuestra costa habrá unas espectaculares Mareas del Pino.
Estas Mareas del Pino son muy necesarias para la arena de la playa, ya que provocan un efecto limpiador sobre gran parte de la arena seca que no se limpia durante el resto del año. Todos los playeros con algo de sentido común saben que en estos días de grandes mareas, debido a las enormes olas y a las fuertes corrientes, no es prudente alejarse de la orilla al bañarse ni salir a pescar en botes o barquillos.
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