Última actualización hace 16 años por MiplayadeLasCanteras©
(Foto: Edith Beningfield con su hija margarita en la Playa Chica)
Fecha: alrededor de 1950. La Avenida por la Playa Chica no estaba aún asfaltada. Era toda de tierra a excepción del trozo delante de la Casa de los Marrero, donde entonces acababa la Avenida, y del que va desde Sargento Llagas a Torres Quevedo donde teníamos la continuación de la calle Dr Grau Bassas, que terminaba en Sargento Llagas, y Sargento Llagas se comunicaba con Dr Grau Bassas y no era como hoy una calle sin salida.
Cuando el Ayuntamiento se decidió a ponerle suelo a la Avenida la constructora le ofreció a los vecinos el poder comprar uno o dos hoyos para en ellos poner sombrillas. Mi madre, Edith Beningfield, más conocida por Mrs. Correa o por su nombre pronunciado con acento canario, «Ides», compró dos de estos hoyos, a un duro cada hoyo, que los hicieron delante de la casa de mis padres, única casa de entonces, aparte de la Casa de los Marrero, que permanece de las de la Playa Chica.
Estos hoyos se usaban para poner los vecinos que los compraban sus sombrillas y hacer tertulias por las tardes en la Avenida, mientras los niños jugábamos en la playa o en la misma Avenida. Entonces no existía terraza alguna en la Avenida. Sí, el paisaje en la Avenida de entonces era muy distinto al de ahora. Era un paisaje familiar, entendiendo por familiar «lo conocido», la familia y amigos, los vecinos de la playa.
Margarita Correa
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