Situada al sureste de la capital, la Playa de La Laja ha permanecido libre de la masificación urbanística que ha sufrido el litoral de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en estos últimos años. Eso si, la bordea en su gran parte, la autopista de salida hacia el sur de la isla. A pesar del murmullo constante del trafico, la playa de La Laja mantiene un cierto encanto natural y es un “gustazo” caminar por su orilla. Su arena negra y su rocas en el lado más al norte son de gran belleza, en estas rocas no es raro ver gente marisqueando alrededor de los charcos y ensenadas. Hay que tener en cuenta la peligrosidad de su aguas. Hace algunos años se intento aminorar la fuerza de la peligrosa corriente con la construcción de una barra artificial, creemos que fue insuficiente para la fuertes corriente y oleaje en los días de mala mar. Recuerden siempre que es una playa PELIGROSA.
A pesar de esto la playa tiene sitios más resguardados y seguros donde darse un chapuzón como es el lugar más cerca de la rocas, lado norte, y donde la playa forma una ensenada. Aunque cuenta con algunos inconvenientes, “La Laja” tiene atracción para muchos habitantes de Las Palmas de Gran Canaria. Sus aguas son ideales para la practica del surf.
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