Chacho, les tengo que hablar de mi colega Adri; chiquito personaje ese. Un poco friki él, lo adentré en este hipnótico mundo de la zambullida canterana hará año y medio. Desde entonces me acompaña a menudo a zambullirme y a veces me ayuda a localizar temas para nuestra serie.
Andaba el hombre inquieto el otro día, quejándose del frío que nos castigó con saña este año impidiéndonos el baño en la bahía, pero el sábado pasado ya no aguantó más y me convenció para inaugurar la temporada de margullos en la capital.
Adri siente pasión por un ejemplar de nuestras aguas del que apenas hemos hablado a lo largo de la serie. Así que, aprovechando la ocasión y en honor del colega, vamos a dedicarle este capítulo.
Cuando buceamos en suelo arenoso es fácil pasar por alto a este sorprendente animal que frecuenta tal tipo de suelos. El despiste viene provocado por la fina habilidad que tiene el bicho para
camuflarse. Se trata del tapaculo.
Ejemplar parecido al lenguado, “Bothus podas maderensis” se muestra siempre pegadito al suelo, casi reptando, y llama la atención por su asimetría. Tiene un cuerpo bastante raro, como si alguien lo hubiese aplastado y abierto por la mitad al estilo jarea. La boca no se presenta como una abertura centrada, sino desplazada del centro y por si fuera poco, los ojos los tiene totalmente perpendiculares al cuerpo, como si fueran periscopios.
Pero sin duda lo que más llama la atención del tapaculo es su increíble destreza a la hora del camuflaje. Verlo transitar de arena a roca es todo un espectáculo, pues es capaz de modificar el color de su piel en un instante. Y no es nada lento ¿eh?, se mueve por ahí como con cierta pachorra, a impulsos, pero acérquenle un poco la mano y ríanse ustedes de los difusores traseros esos.
Bueeeeeno, canteranos, les dejo por hoy con unas imágenes de nuestro querido tapaculo, el prefe de Adri. Espero que les gusten.
Salados saludos !!!
Manuel Marichal
www.manuelmarichal.com
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